15 mayo 2010

GP Monaco




Fin de semana en la meca de los que amamos las cuatro ruedas y los pistones locos, las frenadas y el barullo de Mónaco, el más mítico de los circuitos junto con Le Mans, y el único que corona para siempre al ganador, aunque sea el único hito de su carrera, porque ganar en Mónaco no es sólo para los mejores pilotos, también para los aficionados aficionados que alguna vez han peregrinado a su meca. Yo me colé en la fiesta de 2002 y vi ganara McLaren, la mejor escudería de siempre. Fue Coulthard aquel mediodía el que me llevó a la mejor época entre el 84 y el 93, diez carreras que se repartieron Senna y Prost en una sucesión de caciques, primero ganó el francés 3 veces seguidas y luego surgió un joven con un Lotus volador que fichó rápidamente McLaren y que es el que más veces ha ganado en le Principado (6), le siguen Graham Hill y Schumacher (5) y Prost (4). Grandes campeones nunca pudieron ganar aquí, y por eso son campeones de segunda fila como Piquet, Mansell. De Mónaco me quedo con lo que te marca para siempre, un impacto emocional poco descriptible, seguramente porque es irrepetible.

10 mayo 2010

112


Gonzo era un tipo con la suerte cambiada, llevaba un tiempo alternando con la ilusión anclada a unos tacones del mejor metal, pero sus sueños nunca le despertaban con la misma emoción que tenía en rem, pero un día, de repente, sus coincidencias desembocaron en un mar de piernas sueltas. La conoció en medio del trabajo, en la sala de espera de una casa de socorro. No es el mejor despacho, pero era el suyo, y en principio lo único que les unía. El encuentro se trazó con una mirada fotográfica que se intercambiaron, un chequeo que analizó por fuera y por dentro. Su imagen segura y confiada en su talento, el dominio de la situación aunque por dentro temblara como un flan, la convertían en la reina de la sala de espera. Un tímido saludo, no por cortesía, lo hizo aún más retante. La primera palabra salió trabada, pero de carrerilla salió todo ligero, y consiguió que le diera hasta su número de teléfono. A los diez minutos ella salió en busca del siguiente ambulatorio de su rutina, y también comenzaron un capítulo de mensajes correspondidos. Sólo una presencia y eternas conversaciones abreviadas por el teléfono, parecía que Gonzo iba a confundir el éxito con el edén, y se decidió a ello el tiempo que tardó en recordar que también los cielos se nublan hasta que lloran de dolor.

MINA il cielo in una stanza

08 mayo 2010

Te acuerdas del hombre de la Tónica?


Me gustaba más aquel tiempo en el que todo era más difícil, pero tenía más sabor. Aquel tabaco americano que te resiste, tu primer coche o tu primera colonia. La tónica y su hombre, un simpático plasta que te convencía por su pinta de buena gente. Eran sin duda otros tiempos.

03 mayo 2010

Tal como éramos

El País
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Pocos aficionados jóvenes recuerdan hoy la obra de Sydney Pollack, más allá de la multipremiada Memorias de África. Un cineasta que rodó maravillas como Las aventuras de Jeremiah Johnson y Yakuza. También el director que embarcó a Redford y Streisand en Tal como éramos, un viaje en el que ambos se aman y se odian a lo largo de 30 años, mientras enfrentan sus opuestas convicciones políticas y Pollack los utiliza para mostrar su propio discurso, comprometido y contestatario. Comenzaban los años setenta y el cine estadounidense ofrecía películas como Tal como éramos, monumentos a la emotividad que permanecen intactos en la memoria.