13 julio 2009

miradouro de santa Lucía


Amo estas plazuelas solitarias, intercaladas entre calles de poco tránsito, y sin más tránsito, ellas mismas, que las calles. Son claros inútiles, cosas que esperan, entre tumultos distantes. Son de aldea en la ciudad. Paso por ellas, subo a cualquiera de las calles que afluyen a ellas, después bajo de nuevo esa calle, para regresar a ellas. Vista desde el otro lado es diferente, pero la misma paz deja dorarse de añoranza súbita -sol en el ocaso- el lado que no había visto a la ida.

2 comentarios:

Thabitha dijo...

Hace tan solo un día que he estado ahí. Ahora, de vuelta a mi ciudad, con la suciedad de las calles en la fiesta...
Saludos

jonceltic dijo...

Todas las noches que puedo duermo junto al Tèjo. No correría nunca delante de un torito ni con un cubalitro en la mano..