Los tiempos cambian y no me refiero a las permutas climáticas. Cuando yo era joven, la adolescencia llegaba más tarde, nos la jugábamos a partir de los quince o dieciséis años y manteníamos hasta ese momento una aparente cordura que se convertía en una bomba de racimo cuando se mezclaba con el alcohol y el tabaco rubio del primer verano rebelde. En los tiempos de ahora las sensaciones de incomprensión, de humor cambiante y de descontrol emocional son más prematuros. Los nuevos adolescentes tienen antes esas experiencias que ni ellos entienden. Durante el mismo día pueden darse las cuatro estaciones: pueden sentirse la mierda más pestilente, el más guapo de la playa donde veranea, un fracasado emocional o la futura promesa de las pasarelas; todo en menos de quince horas si descontamos las horas de sueño. Demasiado para un padre indefenso que tiene ya olvidada la fluctuación hormonal, la ansiedad a cien grados o unas lágrimas a causa de nada.
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23 julio 2024
01 julio 2024
Pedales de verano
Yo remaré siempre hacia ti sin importar si la fuerza es tuya o mía. (McEnroe)
Cuando llega el estío parecemos don Luis y su hija Manolita, los personajes de “Las bicicletas son para el verano”, obra cumbre de Fernando Fernán Gómez cuya lectura recomiendo para este verano a quien no haya tenido el placer. Pero esta España es diferente, no estamos al final de una guerra civil, aunque nuestros inútiles políticos tienen aún sus pulsos, tenemos la fortuna de estar frente al mar y respirar su brisa, que tan buena es para los ácaros, que son los que nos dan de comer a final de mes.
30 diciembre 2011
F 12
Llevo bastante tiempo alejado del blog por problemas ajenos, pero predecibles al fin y al cabo, bastante más tiempo del que me gustaría sin duda. El trabajo con su recta final del año, la Universidad a distancia que me come algo del tiempo libre, y sobretodo Victòria que es la que abusa de todo él me han alejado con gusto un poco de vosotros. Pero ahora que estamos apurando estas últimas horas del que muchos dicen que ha sido el peor año conocido, vengo aquí un rato a daos una copa de cava para que la brindéis con la mía y que el próximo año acabe con todas las penas que hemos heredado de éste.
Para mi empero 2011 ha sido un magnífico año pues me trajo a la vida la experiencia más bonita que hasta la fecha he vivido, el nacimiento de un hijo. Nos lo estuvimos contando en los meses de embarazo y me transmitisteis mucha expectación y esperanza hasta que en junio compartimos la buena nueva con mucho orgullo. Por este hecho ha sido sin duda mi mejor año de mis casi cuarenta y deseo que para vosotros sea el próximo tan buen año como para mi éste ya casi caducado. Nos seguiremos leyendo y yo os seguiré contando. Mucha salud para todos y sobretodo amor, el auténtico motor que arrea sin descanso contra todas las cuestas por puntiagudas que sean.
03 julio 2011
Vuelta al laburo
Mañana se me acaba el periodo de permiso por paternidad que he dispuesto por el nacimiento de Victòria, nadie puede imaginarse la poca gracia que me hace tener que dejarlas en casa y volver a coger la rutina y todos sus elementos, despertador, coche, kilómetros, esperas y negocios. Durante estos días que han pasado volando no me ha dado tiempo a nada, me da la sensación que he disfrutado a medias, y que la otra mitad del tiempo se ha ido por el desagüe de los trámites y papeleos, un sin parar de gestiones y colas que agotan, sobretodo en los albores de la canícula. Victòria está cada día más guapa y grande, sus ojos van pareciéndose cada día más a la bandera argentina y su rubísimo pelito la hace extraña en estos lugares, parece una guiri en toda regla, y mañana la echaré mucho de menos.
SADE babyfather
12 junio 2011
La noche que nos fuimos de parto
21 mayo 2011
l'ombre de nous arrive
Por fin, ha llegado el final de la espera. Estamos ante las últimas horas, a sólo unos pocos días del alumbramiento. Son quizá los días más frenéticos, todo es ultimación para la puesta a punto. La bolsa de la clínica, los trámites del cordón umbilical, la cortina de la habitación, las magistrales clases preparativas, todo se hace con un mimo extraordinario. En las clases pre parto es donde más me he dado cuenta que el cuidado no sólo es de los padres, las matronas a las que no va con ellas hacen suya la situación, y te llevan de la mano con un cariño propio de un amor por su trabajo que sólo con ello es posible que consigan que la distancia entre el miedo o respeto y la timidez primípara se estreche hasta cero. Afortunadamente está todo listo, la ilusión por verle la carita y las ganas de cobijarla no tienen contención. Mi concentración tampoco, aún ando luchado contra el temor al tembleque y la aprensión, algo para lo que soy muy propenso. Todavía no sé si me quedaré fuera o entraré al parto, dependerá de mi fortaleza emocional, la única vía que creo que puede ayudar a la resistencia ante el desmayo de un flojeras como yo, que por más que trabaje en el mismo ámbito, la propiedad del asunto me amenaza con un desmayo en pleno paritorio. Pero resistiré, claro que sí.
*si te pones los cascos oirás el latido del corazón
L'ombre de nous (Un homme et une femme) Francis Lai
01 mayo 2011
The countdown
Como un suspiro ha transcurrido el último tercio de embarazo, y con la misma suavidad que se deslizan las posaderas de un niño por un tobogán nos hemos plantado en el final de la cuenta atrás. Quedan sólo semanas para cumplir 40, pero de tamaño anda mi niña tan servida que probablemente se adelante con sus ganas de nacer. En un santiamén ha llegado hasta los casi tres kilitos, lo que indica que nos quedan dos curvas para la línea de meta. Preparamos con delicadeza su llegada, adecuamos su hogar con estrellitas de colores, leemos y nos preparamos con didácticas clases de comadronas que ven un génesis como pintar un arco iris de siete colores, así de fácil, lo que me tranquiliza. Aunque leer y releer consejos de libros magistrales me hace pensar el parto más de dos veces, y eso reconozco que me conmueve.
Mi pequeño tesoro Presuntos Implicados_
23 enero 2011
A medio camino

Parecía que un embarazo iba a ser un tránsito lento que cruzaría un par de estaciones cuando se recibió la primera noticia, y sin darme cuenta nos encontramos en el ecuador del primer viaje que hará mi hija, el que le traerá a la vida, a este mundo quebrado que transita entre miedos y temores de ruina. Todo ha sido relativizado con la lenta llegada de un bebé que justo a mitad camino de mis mimos empieza a parecer una muñequita bronceada que querrá subirse a la proa de mi piragua mientras reme con más fuerza para contemplar como el viento inclina su rubita melena. Queda para eso aún demasiado, pero es imposible no soñar con las cosas que haremos juntos para deleite de la amistad entre un padre y su hija. Ahora tan sólo tiene 5 meses y empieza a empujar con sus piernecitas el vientre de su mamá, disfruta escuchando música clásica y se retuerce cuando la intento familiarizar con la radio del deporte... parece mentira, pero me da la impresión de que se está gestando una nena con buen gusto auditivo; en todo no se puede parecer a su padre....
08 octubre 2010
Paral.lel
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