Es fascinante ver caer el verano desde la orilla de la playa. En su edén, el estío se vuelve furioso, aunque note lejos el relevo del otoño, se revuelve contra su final y ruge en forma de tormenta. Junto al mar saben mejor las tempestades y las furiosas de verano son las mejores. Rayos sobre el horizonte y rugidos de rabia que tiemblan el cielo, son mi espectáculo desde la terraza de la casa de la playa de Moncofa, en la costa de Azahar. La función puede montarse en cuestión de minutos, de repente el sol sale a codazos y se esconde tras negros nubarrones, así una tarde tranquila se puede convertir en la tarde más divertida.
Hoy salí a navegar con la piragua, otro bouqué de mi paladar, y cuando estaba a más de una milla de la costa, pareció de repente hacerse de noche. La función va a comenzar me dije, y así fue, veía los rayos cada vez más cerca, y desde mi butaca de altamar veía una tormenta de arena en la costa que me advertía que el viento había cambiado. La corriente se alteró, y las olas me cortaban el paso hasta mi huída. El viento me gastó una broma pesada y mis brazos no daban más de sí. Tras unos momentos con la mandíbula apretada luchando contra la esquizofrenia del mar conseguí acercarme a la costa. No pasé miedo, pero sí recordé que a la mar nunca le debes confianza, puede ser tu amante y también tu adultera compañera, al mismo tiempo.
music FISHERMAN'S BLUES The Waterboys
8 comentarios:
"de repente el sol sale a codazos y se esconde tran negros nubarrones"
Qué grande.
ese tio jon q no me coge ni el telefonooooooooooooooooooo
Eyyyyyyy my irish friend¡¡¡¡¡¡
En los días previos al encendido del pebetero olímpico en Atenas otra llama recorría Grecia.
Ni sumergida en las aguas de Hydra ni durante el alocado recorrido por la Grecia continental dejó de fulgir.
La noche en las montañas del Epiro, ya cerca de la frontera con Albania, pareció que me iba a derretir y no se calmó tampoco en los aislados monasterios estilitas de Meteora. Pasamos como una exhalación por las Termópilas, los ecos de la milenaria batalla apagados por los latidos de mi corazón - o por el traqueteo del motor, vaya usted a saber -, en una desenfrenada carrera por llegar a la puesta de sol en el templo de Poseidón en Suido. Allí, cogidos de la mano, buscamos la huella del romántico Byron.
Anteayer fue la boda...
con otro ;-)
Lo lamento Vander. Siempre te dije que tú deberías tener un blog, anímate y no seas tan gallego...
Era griego el yogur?
Gracias bullit, pero es agua pasada :-).
Por cierto era, y es, yogur del país y en la entrada confieso alguna licencia poética (o cursi).
En cuanto a lo del blog hay que ser muy constante y no estoy seguro de tener esa cualidad ;-).
Con respecto a no ser tan gallego: ¿porqué lo dices? ;-P
"PRECIOSA FOTO. CLARO QUE ME SUENA. LA TORMENTA DE ARENA DE LA SEMANA PASADA EN MONCO. PRECIOSO TAMBIEN EL TEXTO. AQUI ESTÁ EL PROXIMO GARCÍA MARQUEZ"
Va una de psicópatas cotidianos.
Mañana dominguera de verano soleada, playita, relax.
Comida con gente divertida y encantadora y de pronto, a codazos el psicópata de turno, tiene un subidón de mala leche y te fabrica un tormentón de último día.
He tenido mi tormenta de verano hoy 31, pero cual sol que se resiste "he salido a codazos de entre los negros nubarrones" y todo ha quedado en eso "una de psicópatas cotidianos"
El gallego (Vander) muy bueno y coincido con él en que para tener un blog de cualité además de brillante al escribir, hay que ser muy aplicado y disponer de tiempecillo.
Sigue tu Irlandés... haciéndolo tan, tan bién que estamos aquí leyéndote aunque no te den el próximo Cervantes.
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