La historia cunde en disputas entre Grecia y Turquía, como el conflicto chipriota que desenlazó en la deportación del millón de griegos que vivían en Estambul , porque nacieron allí, que ocurrió en 1967, en la revolución de los Coroneles. Los griegos bizantinos tuvieron que dejarlo todo en Estambul y volver a Grecia. Hubieron vidas que se partieron por la mitad, como la de Fanis (George Corraface), el protagonista de la película, que tuvo que separarse para siempre de su primer y único amor, y de su abuelo Vassilis.
Fanis tenía una relación muy cercana a su abuelo, un vendedor de especias, por eso en la película todo se relaciona con la comida, y nos diluye el argumento como un menú.
El primer plato, con la primera infancia de Fanis, su relación con su abuelo, su relación con su primer amor, y su especial habilidad con la comida. En el primer plato vemos como se derrumban los sueños de Fani de forma dolorosa y de cómo va afrontando los cambios que se le presentan a consecuencia de la deportación que sufre su padre y como consecuencia de ello, la separación de su abuelo. El segundo plato nos habla de la adolescencia, de cómo su abuelo sigue siendo una figura imporante en su vida, aunque nunca más volvieron a verse y de cómo se van materializando las enseñanzas que este le dio en la niñez y por último, el postre. Representando el final de una historia, un final dramático y doloroso como toda la historia, pero presentada con humor, ternura y nostalgia.
Fanis fue un reconocido profesor de astronomía en la universidad de Atenas, y llevó a la máxima de su abuelo, que dentro de cada gastrónomo, había un astrónomo. Por eso ponía canela a sus clases magistrales, de astronomía y de gastronomía.
La banda sonora es de la compositora griega Evanthia Reboutsika, y es sublime.
8 comentarios:
Si no actúas como piensas, vas a terminar pensando como actúas.
Tan sólo un punto. Es suficiente. Puede ser como un toque de canela ¿no crees?
Lanza ese punto....será como una fugaz.
Merçi
Nunca somos tan generosos como cuando damos consejos (eso dice el Selecciones del R.D.)
..pero viste o te gustó la película, flaca?
Selecciones RDigest :) jajajjaja
Molaría vewr de nuevo las publicidades de la época, el Seat Ritmo, el Brandy Centenario, el reloj Radiant o Sombra, el rubio americano hecho en Canarias..
No sólo la ví sino que la saboreé. Ya tengo la BSO casi completa, je,je...
Mi iaio Simón, no se afeitaba los sábados para que cuando su sargantana favorita llegase los domingos a visitarle se deleitase en tal menester (me llamaba así, y lo juro por Pete Sampras....cosas del destino ¿?) .
Tenía la barbilla cual Grant, Cary claro. Simón y yo hablábamos poco. Yo llegaba, le cogía de la mano, una mano huesuda, de dedos largos, como con el tiempo a llegado a ser la mía, y le sentaba en una banqueta que había en el corral. Montaba la maquinilla con una cuchilla filomatic, frotaba la brocha en la barra de jabón de afeitar y....hacía un pastel de nata (yo tenía 10 ó 12, no más)
¿Como que si me ha gustado?
Cualquiera que haya tenido la fortuna de pasear en silencio con su iaio o de hacer ruido machacando con un martillo unos oxidados clavos para construirse una cocinita con la que jugar disfrutará con una peli como "un toque de canela"
En su conjunto: Genial
El final, no es significativo. Otro... le hubiese quitado el toque de canela...
Recomendable 100%
Recomendables las "mostretas" de Bullit.
Bon savoir faire!
Flakis
yo recuerdo con mi abuelo, coger el autobús número 17 en Via Laietana para ir al CNB (club natació Bcn) y contarme historias interminables, porque yo seguia pensando en ellas cuando dejaba de hablar...
Me la apunto. Si te mola el rollete griego-turco te recomiendo fervientemente una lectura: "Pájaros sin alas", de Louis de Bernières
sí, ahor me va la conexión griega, que siempre me llevó (PAO). La turca menos...
Gracias Alvaro.
Hola, no se si me podrías decir de donde sacaste la foto, me gustaría mucho utilizarla para un trabajo de la universidad. Gracias.
La fotografía es un fotograma de la película Un toque de canela
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