02 diciembre 2009

De maltratos, víctimas y estafadoras


Había que evolucionar la sociedad e incorporar registros que la adecúen con los nuevos tiempos. Uno de esos registros necesarios era igualar a las hembras con los machos, y ojo con que éstos abusen de su superioridad y las vejen, porque he aquí lo que se denomina 'maltrato', y con su persecución se pretende erradicar los desequilibrios de trato que han habido desde siempre en muchas familias, pero también está sirviendo para amedentrar y mantener en el vilo del suspiro a muchos varones cuando una mujer amaga con denunciar, porque el hombre sabe que la primera prevención que se le va a imponer es alejarlo mediante orden, algo que está muy lejos de la presunción, y que a muchos hombres les mancha para siempre.
Recientemente he conocido una sentencia en la que el juez ha absuelto a un presunto maltratador, o dicho de otra manera, el juez ha sobreseído el intento a toda costa, de una mujer, de arruinar para siempre a su ex marido, después de que éste tuvo que pasar por una visita policial, una orden de alejamiento y señalamientos con el dedo de todo el mundo. Ahora nadie seguirá creyendo a la mujer amarga que vive de su victimismo, mientras prolonga bajas laborales que le sirven para pasear al perro con más tiempo. La justicia también se ha propuesto acabar con las impostoras, las mentirosas, las que abusan de la cara de pena que ponen, las malas actrices que durante un tiempo han engañado hasta a sus propios hijos diciéndoles que su padre es un delincuente, pero que olvidó que las mentiras suelen tener las patitas muy cortas.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

lástima de comentario, muy poco propio de ti.
Anouk

abretedeorejas dijo...

¿De víctimas o verdugos?
Mal empezamos cuando la primera termina en “a” y la segunda en “o”.
Si vamos a hilar tan fino, habría que “neutralizar” ambos “palabros”
Ni son todos los que están, ni están todos los que son, ni en uno ni en otro bando o género ¿verdad?
La calumnia (femenino singular)
La deshonra
La difamación.
El descrédito (masculino singular)
El maltrato
El honor
El miedo…tan femenino!
Hay personas que viven de un constante engaño, mintiendo a diestro y siniestro.
Timan a médicos, compañeros de trabajo, amigos, hijos, amantes, instituciones…en definitiva a toda la sociedad de que les rodea, y sin escrúpulos (duermen a pierna suelta bien entrada la madrugada porque al día siguiente “no tienen obligaciones”), tan solo en beneficio propio, por motivos tan egoístas como el que aduces, pasear al perro sin tanto stress, o haraganear parasitando. Por éstas y otros motivos algunas veces me planteo el agnosticismo.
También hay otras (personas) que sufren el auténtico maltrato, el de verdad, psicológico o físico (¿cuál hace más pupa?)
En general, los socios de “esta sociedad” tenemos sentimientos (y vergüenza) y ante las engañosas posturas y poses del/de la maltratado/da nos arrimamos al que creemos más débil y que quizás no lo es.
Actores/actrices sin pudor ni conciencia, sin escrúpulos, sin pestañear, sin la compasión que solicitarían a la justicia, caso de haber cometido un error, vilipendian, difaman, denuncian y destrozan la reputación de congéneres, tan solo porque se/les han jurado “me la pagarás” y luego ….¿qué? ¿se van de rositas a picotear en otra flor?
Mi hija ya me contaba cuando tenía 10 años, que en casa de Merceditas, escuchaba mucho aquello de “si no quieres ser juzgado, no juzgues”…madre, padre, madrastras y padrastros se dedicaban a dictar sentencias, pero en los juzgados, aplicando las leyes, con pruebas
Afortunadamente los jueces, libres de esos sentimientos pues ni conocen al que acusa ni al acusado, asépticamente y sin manipulaciones aplican "la justicia" ateniéndose tan sólo a las pruebas que se presentan.....
Nadie les manipula con rollos como el de “no me esperaba esto de ti” no están afectos por los sentimientos y eso les hace, si no justos al menos imparciales, que ya es decir.
Dejémonos de rollos patateros y el que la haga que la pague, pero incluso el que acuse sin contundentes pruebas, porque la presunción de inocencia la tiene cualquier ser humanos sea del género que sea.
Restituir el honor es mucho más complicado porque las lenguas en este país están generalmente muy sueltas.


“Que el cielo la juzgue”
Leave Her to Heaven
Año 1945
John M Stahl
20th Century Fox

Melodrama. Intriga / SINOPSIS: Richard Harland (Cornel Wilde), un joven escritor, conoce en un tren a Ellen, una bellísima mujer (Gene Tierney) con la que se casará pocos días después. La vida parece sonreírles, pero Ellen es tan posesiva que se negará a compartir a Richard con nadie más. (FILMAFFINITY)
REPARTO Gene Tierney, Cornel Wilde, Jeanne Crain, Vincent Price, Mary Philips, Ray Collins, Gene Lockhart, Reed Hadley
Buena peli

Cristallefragile dijo...

Abretedeorejas, lo has definido tan bien todo, que cualquier otra palabra sobraría. Chapeau!

infanta de naranja dijo...

Cuanta timadora amarga hay por ahi, juass.
Pero seguira durmiendo a pierna suelta como dice abretedeorejas, sin pensar que ha perdido el honor y el credito para su gente, imaginaos para los que no son su gente.

sin firma por esta vez dijo...

Me parece muy bajo e indigno q. hayan mujeres q. se aprovechen de ese privilegio q. tienen en este tipo de situaciones para sacar su tajada particular. Pero siempre digo q. el tiempo pone a cada uno en su sitio.

Il Venturetto dijo...

Por más que llegue tarde (lo que tiene pillarse vacaciones a destiempo), me adhiero completamente al post y a los comentarios.
Eso sí, dudo y vuelvo a dudar de que la justidia de verdad ponga a cada cual en su sitio; no se puede restañar el daño causado a un padre que está 6 años con una orden de alejamiento sin poder ver a su hija porque su ex le denunció por abusos que no eran.
Se supone que todos somos iguales ante la ley... pero cuando hay que cumplirlo nos llevamos las manos a la cabeza.
Protección contra el maltrato, por supuesto. Castigo contra la que se aprovechan, también.

Anónimo dijo...

QUE LA JODAN XIXO.