01 febrero 2010

Navegando




Llegaste de repente, como la tempestad que se topa con el navegante que quiere dar la vuelta al mundo a vela, y provocaste que virara mi navío a estribor. Mi timón, no por ganas de drizar, cambió para siempre su rumbo, y cruza ahora el océano más ancho y azul. Son costas sin descansos, navego de día y de noche con un ranchera cargado de cosas que me acortan los fines de semana. Cruzo la geografía de levante y de gusto quisiera cruzar todos los mares si a mi lado estás.

Un Homme et une Fêmme

2 comentarios:

Cristallefragile dijo...

(...)cruza ahora el océano más ancho y azul. El más profundo y sereno. Aquél con rumbo fijo, pero sin motor, el que surca mares y capea temporales, para salir en cualquier caso victoriosos, pues el viento que mas hincha nuestra vela tiene cuatro letras, a modo de puntos cardinales.

jonceltic dijo...

Cada una de las 4 letras que te abraza cuando duermes tiene perfume de campo en primavera. A la vuelta de la esquina te está esperando...