Siempre he hecho uso de ella, la mayoría de las veces de manera inconsciente. La ironía es un recurso gracioso que quiere decir mucho más, pero debe contar con la buena interpretación de quien la recibe, de lo contrario es un arma de destrucción. Ese es el riesgo, no saber utilizarla o hacerlo mal. Lo que pretende ser un chiste puede convertirse en una herida de difícil cura. Con el tiempo, y después de malas experiencias, no recomiendo su utilización a no ser que sea en el contexto adecuado, con la gente que sepa entenderla y sobretodo utilizarla con la mesura simpática. El riesgo de convertirse en una broma de mal gusto es alto, que puede traer malas consecuencias.
Dejarla de utilizar no es fácil, pero sí no olvidar nunca que antes de pronunciarla hay que analizar las posibles consecuencias, y si por el contrario la ironía amenaza con salir sola es mejor morderse la lengua.
13 comentarios:
Y una M como una casa. La gente inocente y de buen corazón no tiene por qué pagar las gilipolleces de nadie que quiere hacerles daño
Mesura y sentido común... Para todos...
Hay quienes se creen graciosos e irónicos y no son más que mala sombras, no sólo es cuestión del receptor sino del arte del emisor, claro está que es muy común quien no sabe reírse de si mismo pero no duda en mofarse de los demás.
la mezcla de ambos, al 50% emisor y receptor.
tan de acuerdo con vos, lo digo desde mi lugar de irónica compulsiva.
un detalle, abstenerse de usarla especialmente en este medio, es la forma más rápida de ganarse enemigos
Lo sé yo también Laura, lo pude comprobar. La lectura depende mucho de la intención de los ojos que leen.
La ironía es un interesante recurso escrito y de conversación pero mejor utilizarla con gente que te conozca y que por tanto sepa que "no estás atacando" y como bien dices, la escritura es más peligrosa porque depende del interlocutor que no te tiene delante para valorar la entonacion, el estilo y la intención
TREFER, la ironía es una bomba, para bien o para mal. Te puede dar mucho juego, humor, buen rollo, pero como toda bomba te puede explotar en las manos. Es lo que hay.
La ironía es la primera de las fórmulas utilizadas por Sócrates en su método dialéctico. Sócrates comienza siempre sus diálogos psicopedagógicos y propedéuticos desde la posición ficticia que encumbra al interlocutor (en este caso el alumno) como el sabio en la materia para dar a entender la contradicción evidente. El siguiente paso del diálogo sería la mayéutica, esto es ayudar a sacar de la psique aquello que el interlocutor sabe pero ignora saber. Para ello el método socrático sugiere realizar preguntas sencillas sobre el tema en el que el sujeto (alumno) ha sido nombrado como sabio.
Ironía, figura retórica utilizada por la "Generación del 98". Muy presente en nuestra literatura.
Buen análisis. A mí costó entenderlo, no siempre se interpreta bien, demasiados sensibles dando vuelta y buscando siempre “un pelo en la sopa”, así que me he ido limitando y sólo lo hago con los amigos que ya me conocen; igual, soy de meter la pata.
Un abrazo
Metemos la pata con frecuencia, pero también porque no contamos con los deseos de ignorancia de quien "se la coge con papel de fumar" VivianS.
Totalmente de acuerdo, es para gastarla en familia
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