let's go

Hoy es el día que puede cambiar la historia del mundo. Muchas mujeres han dominado el planeta, al sol o desde la sombra, pero nunca un negro ha sido presidente de los Estados Unidos de América. Parece que Obama va a arrasar, los demócartas llegarán a la Casa Blanca en el momento más crítico de la economía desde el famoso crack de Wall St en 1929.

Parece que todo palpita a la espera de lo que pueda suceder, incluso las multinacionales tienen previsto dos planes de actuación en función del resultado electoral que sabremos mañana. La mía no es otra, es una de las gordas que cotiza en el mítico dow jones, con lo que no sé si poner una vela blanca o una negra. Pero nuestra suerte también se decidirá en los siempre decisivos colegios electorales de Ohio, Pennsylvania, Florida y New Hamphsire.

Los días grises los consuelo conduciendo, me relajo llevando mi bala plateada a no se sabe nunca dónde, pero siempre a norte o a sur, mis dos polos de atracción. Hoy es uno de esos días, pero hoy no he cogido el coche para otra cosa que no sea partirme la médula contra los de siempre. Hace unos días me aconsejaron que tuviese cuidado con el volante, y hoy me ha asaltado ese consejo cuando decidía a dónde ir. Quizá he burlado a mi mala suerte no saliendo de casa... nunca lo sabré, pero mis pálpitos hoy no eran buen viaje, me llevaban de nuevo a mi lugar de trabajo, pero esta vez de paciente. Así que vamos a hacer un planteamiento diferente, después de cumplir con mis quehaceres vespertino-burócratas, voy a ponerme una película, como hacia tiempo que no me consolaba, y me vestiré con otra identidad, con otra vida, y en otro lugar, donde quizá tenga que lidiar con otros problemas, diferentes, pero descansaré por un par de horas de los de siempre, que últimamente son una constancia paralela a la suerte de Obama. Aunque si pudiera elegir, Obama for president y Sarah Palin de vicepresidenta.