reconstrucción

Cuando llega un momento en el que tu embotellamiento mental ciega tus ojos y no encuentras ninguna puerta abierta, es importante mantener el péndulo del pensamiento para poderte dar cuenta que no hay salida, y que debemos dar un paso atrás, y debes elegir qué camino escoges con el pensamiento, porque depende de lo que pienses, sentirás. Así podrá comenzar el proceso sanatorio más importante, y pasar a la acción, reestructurarse. Éste es el ecuador, el paso del estrecho para la recuperación, durante el cual debemos ser decididos y tomar la decisión adecuada. Deja bien aparcado lo más imprescindible si no vas a poderte acoger a él, y aprieta los dientes. Este proceso es costoso, es donde los pensamientos preceden a las emociones. No se consigue en días, aunque haya gente que ni en años. Para algunos será como irse al extranjero a trabajar un cuatrimestre, y a lo mejor para otros (los impacientes) les parecerá una año solar. Lo necesario para encontrar ese cable que te saca adelante.
Te darás cuenta que has reestructurado bien tu mente si has visto desde el fondo del pozo el culo del cubo de estaño que arría el agua. Entonces llegará la reconstrucción y el secreto está en no cometer los mismos errores, y disfrutar de la vida.

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*La foto está tomada en la Baixa, Lisboa.